Principio de la terapia con ondas de choque focalizadas
El principio básico de la terapia con ondas de choque focalizadas consiste en la generación de una energía intensa de ondas de choque por parte de un generador especializado. Esta energía penetra a través de la piel y se dirige a tejidos profundos específicos, estimulando las zonas afectadas para mejorar la circulación sanguínea y promover la formación de nuevos vasos. El proceso desencadena una nueva respuesta inflamatoria, activando los mecanismos naturales de autorreparación del cuerpo. Además, la terapia utiliza burbujas de vaporización creadas por las ondas de choque focalizadas para disolver adherencias, cicatrices y calcificaciones en tendones y tejidos blandos dañados. Esta acción se conoce comúnmente como la “relajación” de la zona afectada, lo que favorece la regeneración de los tejidos y acelera la recuperación. Asimismo, las ondas de choque de alta energía pueden estimular los receptores del dolor, bloqueando la transmisión de señales dolorosas para un efecto analgésico inmediato.
Comprensión de las ondas de choque
Las ondas de choque se caracterizan por un aumento brusco de la presión seguido de una disminución gradual, creando una breve fase de presión negativa. Estas ondas se dirigen a zonas que generan dolor crónico, lo que conduce a la disolución de depósitos de calcio y a una mejor vascularización, con un efecto final de alivio del dolor.
Comparación: ondas de choque focalizadas vs. radiales
Aunque tanto las ondas de choque focalizadas como las radiales ofrecen beneficios terapéuticos similares, difieren en su aplicación:
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Ondas de choque focalizadas: permiten ajustar la profundidad de penetración con una intensidad máxima constante, adecuadas para tejidos superficiales y profundos.
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Ondas de choque radiales: ofrecen características variadas mediante diferentes transmisores, pero están principalmente destinadas a tejidos blandos superficiales.
Ventajas del dispositivo:
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Diseño intuitivo: la pieza de mano cuenta con una pantalla de 1,8 pulgadas para un control y ajustes sencillos.
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Sondas versátiles: siete sondas con cabezales de silicona intercambiables permiten ajustes precisos según el nivel de dolor.
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Penetración profunda eficaz: puede tratar eficazmente tejidos profundos mediante el ajuste de la altura de las sondas.
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Tratamiento no invasivo: no requiere cirugía ni inyecciones, lo que reduce la incomodidad del paciente y el tiempo de recuperación.
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Mayor seguridad: disminuye los riesgos asociados con intervenciones quirúrgicas clásicas y favorece una recuperación más suave.
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Terapia ecológica: conocida como “terapia verde”, se alinea con las prácticas médicas modernas con impacto mínimo y altos índices de recuperación.
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Confort: aunque la presión es alta en los puntos focales, el tratamiento minimiza el dolor en la superficie.
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Funcionamiento silencioso: la tecnología avanzada reduce el ruido durante el uso, aumentando la comodidad del paciente.
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Sesiones rápidas: una sesión dura aproximadamente de 10 a 15 minutos.
Aplicaciones:
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Ortopedia: ampliamente utilizada en la recuperación tras fracturas e intervenciones quirúrgicas, así como en el tratamiento de la artritis y lesiones ligamentosas. La alta presión facilita la reparación de huesos y articulaciones.
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Medicina deportiva: ayuda a la recuperación tras lesiones y mejora el rendimiento deportivo mediante la estimulación de la circulación y la regeneración de tejidos.
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Neurología y rehabilitación: también se utiliza en neurología para aliviar el dolor crónico y apoyar la regeneración nerviosa mediante la estimulación de tejidos.
Características del dispositivo:
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Dispositivo de terapia con ondas de choque focalizadas, destinado a diferentes zonas del cuerpo.
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Presión máxima: 8 bares, frecuencias de hasta 10 Hz.
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No invasivo, sin necesidad de tiempo de recuperación; tratamientos rápidos y eficaces.
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Apto tanto para humanos como para caballos.
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Interfaz táctil intuitiva a color.
Beneficios para la disfunción eréctil:
Esta terapia es compatible con otros tratamientos y tiene una tasa de éxito superior al 70 % en la restauración de la función sexual, mediante la mejora del flujo sanguíneo sin efectos secundarios. Es no invasiva, indolora, ofrece resultados clínicos duraderos, mejoras visibles en tres semanas y favorece erecciones espontáneas, abordando las causas reales, no solo los síntomas.